Puisseguin Saint-Emilion
Viñedo
La viticultura sostenible es el enfoque principal en Château Teillac. Utilizamos tanto equipo de vinificación moderno como barricas tradicionales de roble francés. Prestamos especial atención al suelo para proteger óptimamente las vides y permitir que las hermosas uvas Merlot florezcan. Además, supervisamos cuidadosamente para preservar el delicado ecosistema y el hábitat único de la finca.
CUIDADO ADICIONAL PARA EL ECOSISTEMA ÚNICO
EL TERROIR
Nuestros vinos deben sus colores, sabores y cuerpo, entre otras cosas, a la variedad geológica de los suelos de arcilla, grava, arena y piedra caliza que se encuentran en esta área. Nuestro viñedo se encuentra en una meseta de piedra caliza dura que tiene su origen en el Oligoceno, y localmente se conoce como «Calcaire à Astéries». Esta es la misma base nutricional que se encuentra en las fincas más prestigiosas de Saint-Émilion, como Ausone, Pavie, Belair, Clos Fourtet, Beauséjour-Bécot, Troittevieille y Canon. Nuestro suelo es de tan buena calidad que las uvas pueden madurar de manera óptima y equilibrada, lo que da como resultado la producción de los vinos más hermosos. Combina eso con un microclima continental moderado, ideal para la viticultura, ¡y voilà!, una base nutricional para los mejores vinos del mundo.
EL CLIMA
El clima en Burdeos es moderado y relativamente húmedo, con una temperatura promedio anual de 13.8 grados Celsius y un promedio de precipitación de 950 mm por año. En comparación con las denominaciones de origen Saint-Émilion y Pomerol, la ubicación de nuestra denominación Puisseguin Saint-Émilion es un poco más fresca debido a su elevación. La temperatura máxima es relativamente baja y la temperatura mínima es relativamente alta. Esto hace que la ubicación de Château Teillac sea menos propensa a los daños por heladas.
VARIEDAD DE UVA
Nuestros vinos están elaborados al 100% con uvas Merlot. Las vides, con una edad promedio de 30 años, producen uvas altamente concentradas con aromas de frutas rojas y negras, como moras y cerezas. Cada parcela se cosecha por separado, precisamente cuando las uvas están en su punto óptimo de madurez.
EL PROCESO
Todo comienza con la cuidadosa selección de las mejores uvas, cultivadas y cuidadas con amor. Las uvas se cosechan en el momento adecuado, cuando han alcanzado la madurez óptima. Una vez en la bodega, las uvas se trituran con cuidado y luego se transfieren suavemente a los tanques de fermentación.
Aquí es donde comienza la transformación. Las levaduras, naturalmente presentes en la piel de las uvas, se mezclan con el jugo y comienzan el proceso de fermentación. Es una danza de microorganismos que convierten los azúcares en alcohol, otorgando al vino su sabor y carácter distintivos.
La paciencia es una compañera esencial en este proceso. El vino reposa, a menudo durante meses, mientras los sabores evolucionan y se armonizan. Cuando el vino ha alcanzado su pleno potencial, es hora de embotellar.
Cada botella se llena con cuidado. Las etiquetas se aplican meticulosamente, cada una con una historia y una promesa de calidad. Y así, después de meses de dedicación y artesanía, el vino está listo para cautivar al mundo.
La elaboración del vino es una obra de arte artesanal, un tributo a la naturaleza y una celebración de los sentidos. Es una invitación a disfrutar, brindar y compartir en esta tradición atemporal.
